Cultura política
La
influencia sociológica europea dentro de
la definición de cultura política ha sido de de gran importancia dentro de la
construcción antropológica, dentro de los destacados encontramos a Max Weber
que consideraba que sus tipos
ideales de autoridad, siendo estos la tradicional, la carismática y la
racional estaban compuestos de símbolos
y creencias subjetivas al igual que la
cultura política. (Almond, 1998: 351). Otros aportes dentro de la sociología
corresponden a Parsons, donde la cultura política hacía referencias a los sentimientos subjetivos, las actitudes
y conductas que caracterizaban las
orientaciones políticas individuales y
colectivas en un sistema político, donde
la cultura misma sería un mecanismo de integración mediante la
socialización política que sería a su ves la herramienta encargada de la auto
identificación con un grupo y su historia formando una identidad política.
Aunque si nos referimos al poder de integración de la cultura debemos hacer
notar los escenarios de conflictos socialmente desintegradora.
Para
Almond y Verba “la cultura política de una nación es una particular
distribución de los patrones de orientación
hacia objetos políticos entre los miembros de una nación” (1956: 396) Esto presupone una ambivalencia o dos directrices de la política, una macro y
otra micro donde la primera representa
la historia colectiva de un sistema político y la segunda las experiencias personales de los propios
individuos, esto quiere decir que la cultura política comprende al conjunto de
significados generales y personales siendo algo mas que la suma de opiniones
privadas sobre lo político sino que esta da el significado de una conducta
jerarquizada.
Dentro
de la antropología social el concepto de cultura política ha sido debatido
desde las diversas escuelas de pensamiento que marcaron el trayecto de la
antropología
Si
sabemos que la cultura política se compone por una serie de concepciones
subjetivas que se reproducen en un grupo social y que estas concepciones se
componen de aspectos cognitivos, afectivos y evaluativos, que se contrasta con
las experiencias políticas. Por ello la antropología la ha estudiado desde las
corrientes estructuralistas, funcionalistas, culturalista.
El
estructuralismo hace principalmente
referencia a las relaciones de la gente ante la política, busca las referencias
entre lo que se espera y el consenso que existe ante determinados aspectos
políticos. Estas reacciones sobre la cultura
y la política se hacen a
través de representaciones colectivas
que a su ves provienen del lugar de una u otra persona ocupa dentro de la
estructura social. La teoría cultural puede encuadrarse como derivada del
acercamiento estructuralista, para ella los intereses políticos no pueden ser
analizados desde las perspectivas económicas
o racional, sino que ha de ser conectados a las relaciones que
establecen los individuos con sus grupos de referencia y que, a
través de su participación política van creando sus propias referencias y
opiniones. (Welch, 1993)
La
perspectiva culturalista ha establecido
cuatro elementos caracterizadores de una cultura. En primer lugar, la cultura
está relacionada con la sociedad, constituye una determinada manera de pensar y
actuar. En segundo lugar considera que la cultura es vida social en una serie
de aspectos: creencias, conocimiento, moral, leyes, costumbre y hábitos en una sociedad. En tercer lugar,
la cultura es la que diferencia a una sociedad de otra. Por último la cultura
es diferenciadora, es una variable que una un conjunto de maneras de pensar a través de las cuales normalmente
se regula el comportamiento social.
(Eckstein, 1998)
El
funcionalismo dentro de la antropología entiende a la cultura política como el
conjunto de interconexiones lógicas entre las preferencias, intereses y concepciones
de las necesidades y los recursos, así como la contribución de cada uno a la hora de perpetuar un estilo
de vida como una parte del contexto político de una sociedad. Para ello existe lo que Parsons definió como “action frame of
reference”, según el cual el individuo está situado en un contexto que le proporciona información sobre los objetos políticos y a su ves
aprende a reaccionar ante situaciones.
(Welch, 1993)
Otras
teorías que también he tomado en cuenta son las teorías Sistémicas y Marxista
La
teoría sistémica, que considera a la política como un sistema y que sobrevive
dependiendo de como se proporciona los outputs que ese determinado sistema
necesita. La cultura política según esta
teoría esta situada fuera del entorno político o del centro del comportamiento
o de la actividad. Las normas culturales transmitidas a través de generaciones
regulan las demandas de los ciudadanos,
lo que se espera de ellos como ciudadano o en cooperación con otros, así como lo que es aceptable en una sociedad. Los
valores y las creencias de una cultura
política pueden prevenir también que se planteen ciertas demandas. Las normas
culturales guían a los miembros del sistema, proporcionan las reglas del juego político
y ayudan a regular el numero y contenido
de las demandas planteadas al sistema (Easton, 1965: 100-103)
Para
el marxismo , el estudio de la cultura política
estaba relegado a un segundo plano ya que tradicionalmente, se había
considerado la cultura política como una parte de la superestructura de una sociedad; las normas culturales y los
valores estaban determinados por la base social y económica de una sociedad
(Gibbins,1989: 4) La superestructura representa los intereses de la burguesía que asimila la ideología inherente en el modelo dominante de producción y relaciones sociales de clase. La cultura se
convierte en algo estático porque representa las consecuencias de las relaciones sociales de los
trabajadores y la clase capitalista.
Marx explicaba la cultura en términos de
dependencia mientras que, Weber explicaba el orden político, económico y social
referido a una cultura que era
compartida por las orientaciones
individuales del interés racional particular. (Chicote, 1994: 177)
Si es así, la antropología se centra en ese campo de las significaciones, de la
subjetividad de un grupo social que da
orden a las formas de organización
política.
Por otro lado el referirnos a cultura política
es dar cuenta de las causas que suscitan a determinados comportamientos de la
población en relación con las estructuras de poder, siendo estas el poder
legitimado mediante un cuerpo institucional
Para
poder aclarar que es una cultura política desde los estudios antropológicos en
México me guie del texto de Roberto Varela “Cultura y poder” editado por la UAM Iztapalapa y
que precisamente da cuenta de los estudios sobre la cultura política en México.
Cabe resaltar que en la primera parte de este de su libro nos muestra los tiempos e índole de los estudios realizados sobre el
tema a tratar.
La
cultura política toma relevancia al estudiarla fuera de los tiempos
establecidos por la participación racional electoral, y reflejando que esta se
encuentra en una relación continúa entre la ciudadanía y el gobierno. Me llama
la atención la definición que rescata Varela de uno de los autores citados en
este texto de Cultura y poder, Esteban Krotz nos dice sobre la cultura
política:
“El
universo simbólico asociado al ejercicio y las estructuras de poder o, mejor,
dicho, los universos simbólicos asociados a los ejercicios y las estructuras de
poder”
La noción de
cultura política es tan antigua como la reflexión misma sobre la vida política de una
comunidad*. Para referirse a lo que hoy llamamos cultura política, se ha hablado
de personalidad, temperamento, costumbres, carácter nacional o conciencia
colectiva, abarcando siempre las dimensiones subjetivas de los fenómenos
sociales y políticos. Dicho de otra manera desde los orígenes de la
civilización Occidental* ha existido una
preocupación por comprender de qué forma la población organiza y procesa sus
creencias, imágenes y percepciones sobre su entorno políticos y de que manera
está influyendo en la construcción de
las instituciones y organizaciones políticas de una sociedad como en el mantenimiento
de las mismas y los procesos de cambio. (Aldmon y Verba. 1970)
Segismundo M.
No hay comentarios:
Publicar un comentario